El recuento provisional oficial con más del 80% del escrutinio apunta a una victoria insuficiente de Evo Morales y a una segunda vuelta con el expresidente Carlos Mesa, algo inédito en el país.
Morales, quien lleva cerca de 14 años en el poder, obtenía un 45,28% de los votos frente al 38,6% de Mesa, un periodista e historiador de 66 años que ya gobernó entre 2003 y 2005.
De confirmarse estos resultados -hay que destacar que falta computar mucho voto rural que es muy favorable a Morales- tendríamos que Mesa consigue forzar el balotaje con una campaña centrada en el “voto útil” y en la necesidad de evitar que Morales se perpetúe en el poder.
Se trata de una situación inédita en un país que no había conocido una segunda vuelta en los últimos 37 años.
En la campaña para el balotaje, previsto para el 15 de diciembre, Mesa tratará de aglutinar el voto anti-Morales.
El escenario político en Bolivia es complejo y polarizado: dos candidatos son los que tienen mayores posibilidades de alcanzar la presidencia que avizora una segunda vuelta electoral, según los expertos.
Para ganar en primera vuelta, Morales necesita un 40% del voto más una diferencia de 10 puntos porcentuales por encima de su contrincante más cercano.
Carlos Mesa es el principal contrincante de Morales, quien ha dicho que estas elecciones son cruciales porque está en juego la democracia boliviana frente al autoritarismo instaurado por el gobierno del Movimiento al Socialismo en estos últimos 14 años.
Cerca de 7 millones de bolivianos estaban habilitados para votar este domingo.